Diario de un perro guía. 12/04/2018: Moncloa y Santander.

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Pues sí, estas son las rutas que hemos hecho hoy. Después de la rutina mañanera del “haz”, el desayuno y de nuevo otro “haz” de por si acaso, hemos subido a la furgo y nos hemos dirigido a Madrid.

En el camino, Eloy, que es al que parece que más le gusta largar, es quien nos ha comentado un poco la ruta de esta mañana que va a ser por la zona de Moncloa.
Hemos llegado y como ayer, mientras uno sale a trabajar, el resto se espera en la cafetería.
la ruta la hemos hecho acompañados del instructor y paseando por esta zona, practicando de nuevo el “recto”, el “dobla” para esquivar obstáculos tanto fijos (como árboles, farolas, bancos, terrazas)… como móviles, que fundamentalmente son los viandantes, hemos buscado bordillos y cruces, hecho algún giro a derecha e izquierda… que se hacen partiendo del bordillo es decir, hacemos que busquen bordillo o cruce y ahí ejecutamos el giro avanzando el pie de la dirección a la cual vayamos a girar de manera bastante amplia y con un gesto o con la correa de manera suave decimos “derecha” o “izquierda” mientras gesticulamos hacia esa dirección y nos movemos junto con el perro.
En mi caso, porque como ya he comentado cada usuario tiene su ritmo y necesidades igual que cada instructor tiene su manera de enseñar…, hemos practicado el subir y bajar escaleras yendo a la estación de metro, el perro debe pararse en cuanto encuentra la escalera, nosotros si es de bajada bajar con un pie el primer peldaño y decirle de nuevo “avanza” y “despacio”. Hemos buscado puertas, subido escaleras en las que el perro tiene que “marcar” el primer escalón poniendo sus dos patas delanteras en él y pararse, nosotros localizamos el escalón, subimos un pie y de nuevo “avanza”, y hemos entrado en el Corte Inglés donde hemos practicado las escaleras mecánicas. Tanto para subir como para bajar se le pide que busque escalera, nos paramos en el acceso, localizamos con la mano la baranda para saber si suben o bajan y le animamos a entrar junto a nosotros cogidos de la correa. Para salir cuando notamos que estamos llegando, con el arnés le damos un ligero toque hacia arriba para que dé un pequeño saltito y así no pillarse las patitas.

Hemos quedado bastante contentos en general de la ruta, los perros obedecen bien los comandos aunque algunos como mi Oldo siguen ultrapendientes de Richi, el instructor, y es que como él mismo me ha dicho, ha tenido a Oldo desde el inicio, desde que la familia lo entregó a la escuela y claro, ha establecido un vínculo muy fuerte con Richi, y él me ha reconocido que es que él también le quiere mucho, ¡sin duda! le cambia tanto el tono y expresión de su voz cuando habla del perrín… es muy bonito oírle jeje.

No han sido rutas muy largas, así que el tiempo en cafetería no se ha hecho especialmente pesado, y hemos llegado a la escuela hacia las 12 y media con tiempo suficiente de ponerles a hacer, lavarnos las manos, darles algo de agua y llegar puntuales al comedor a la una y cuarto para comer.

Por la tarde de nuevo a la furgo todos, hacia las 3, y hemos ido aquí al lado, a la ciudad financiera del Santander, bueno, justo fuera. Hay una calle larga con unas rotondas que nos irá ideal para pasear, estirar piernas y practicar los obstáculos fijos y el recto. En este caso yo lo he hecho con Alex, y así también hemos visto como se comportan los perros cuando van delante o detrás. Como imaginaréis el ir detrás en general no les gusta nada, así que tiran para tratar de ponerse los primeros; ¿qué toca hacer entonces? con el arnés un pequeño toqueh hacia atrás y decir “despaaacio”.
El paseo OK, me ha gustado, he podido andar más rapidito y por supuesto no nos hemos dado con nada. Hemos subido y bajado y yo he querido repetir subiendo y bajando un poquito otra vez. Me ha costado porque en mi repetición Richi no ha venido, se ha quedado al lado de la furgo y Oldo primero ha sido reacio en arrancar pero lo he logrado, eso sí… con el perro no muy convencido pero bueno, ha hecho lo que le pedía y lo ha hecho bien.

La tarde al llegar a la escuela ha pasado un poco como el resto hasta ahora, dándoles la cena, hoy yo ya sola del todo, dándoles el agua a los 20 minutos, poniéndoles al “haz” y luego a las 5 y pico 6 a la cafetería a contarnos la jornada de hoy, cambiar impresiones con el resto de compis y a tomarnos un algo antes del siguiente haz y la cena.
Sí, les sacamos infinidad de veces, como dije en otra entrada anterior, son unos días de muchos cambios y estrés para los perretes y hay que darles muchas oportunidades para hacer sus cosas.

Después de la cena ya como siempre nos hemos recogido en nuestras habitaciones para ¿a que no lo adivináis? ¡bingo! ponerles una última vez a hacer y ya a descansar.

Aún estamos empezando a conocernos Oldo y yo, pero de momento noto que es un perrete muy majete, muy juguetón, también lo hará su juventud, imagino. Con los juguetes, aunque le gustan, no es de los que no se dejan coger ni coger su juguete, lo suelta bastante rápido y le gusta que se lo lance… También le encantan los “ponts”! como a mi Bellita! los ponts no es otra cosa que pasarme entre las piernas mientras se frota. Mi Bella en cambio cuando me la dieron era muy distinta, ahora es más cariñosa con todo el mundo, pero de jovencita era mucho más selectiva en cuanto a quién daba sus cariños y fiestas, no tenía el apego hacia sus instructoras como Oldo lo tiene y me parece que le costaba menos obedecer en la obediencia básica.

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Publicado por

amaterasu

Fundadora de Sixsense Travel, plataforma de turismo inclusivo. Apasionada de mi família Vikinga, los Viajes, la inclusión y la igualdad de género. Intentando hacer de este mundo un lugar mejor donde vivir.

2 comentarios en «Diario de un perro guía. 12/04/2018: Moncloa y Santander.»

  1. Me habia leído el primero de los posts y hoy estos últimos tres de esta serie.
    Me ha encantado. No sabía que ibas a estar un tiempecillo en Madrid, que pena porque yo me voy mañana a Barcelona y no vuelvo a pisar la ciudad hasta dentro de tres semanas… X’D
    Una pregunta, que no tengo ni idea: de qué depende que tengas que ir a Michigan, a Madrid o… a donde-sea a recoger al perrito? ¿Por qué la última vez fue tan lejos?
    ¿Tu “aplicas” a una escuela? ¿O te la asignan?

    Ojalá nos veamos pronto y nos puedas presentar a Oldo!
    Besicos.

    1. Hola guapa! nosotros llegamos este sábado a bcn así que si vas a estar unos días, quizá podríamos vernos!
      Sobre lo que me preguntas… Cuando fui a por Bella, se podía elegir la escuela que querías, la ONCE tiene un convenio con la escuela de Leader Dogs for the Blind en Rochester y podías elegir ir allí o a Madrid. Elegí ir allí principalmente porque la lista de espera era mucho más corta, era y es una escuela con muchos años de experiencia, desde los años 30 del siglo pasado y ya puestos, porque adoro viajar y oye, quien va a negarse a ir a EEUU casi un mes?
      Esta vez mis circunstancias son muy distintas, tengo un pequeñín al que no quiero dejar de ver tantos días, a JJ, tengo un trabajo… y además por norma general ya no dejan elegir la escuela, te la asignan así que… aquí estoy.

      Besitos y espero haberte aclarado un poco tus dudas 😉

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